Juanra Madariaga parte hoy con José Carlos Tamayo a Skardú, donde se encontrará con Alex Txikon y el ABC Team para escalar el Gasherbrum I
- El bilbaino relatará su diario de expedición en DEIA
JUANRA Madariaga busca un hueco para charlar antes de partir a Skardú. "Ando preparando todo, espero que no se me olvide nada. Bueno, por lo menos, el pasaporte creo que lo tengo...", bromea. Y entre tantos artilugios para un largo viaje -se va ya y no vuelve hasta principios de agosto- se lleva un cuaderno. "Durante el día voy escribiendo cosas y luego por la tarde ya las desarrollo. Casi siempre en mis expediciones voy tomando notas", apunta. Y es que Juanra inicia hoy su proyecto de escalar el Gasherbrum I (8.068 metros), una aventura de la que contará todo detalle en las páginas de DEIA. "Para mí, es un pequeño reto intentar relatar lo que vivimos allí. Pero como es algo que siempre me ha gustado, escribir sobre montaña, para mí es genial. Ahí la faceta de escritor y de montañero se van a solapar. Cuando soy montañero, soy muy montañero y cuando soy escritor, soy muy escritor. Pero ambas son facetas compatibles. Soy deportista y escritor, dos ámbitos de una misma persona. Las dos facetas me llenan y me gustan muchísimo", subraya.
Hoy mismo el bilbaino ha cogido las maletas y está viajando ya rumbo a Skardú. Va acompañado por José Carlos Tamayo, montañero sestaoarra, y allí ambos se encontrarán con Alex Txikon -que se ha desplazado hasta Pakistán en furgoneta con el aizkolari Bihurri- y el ABC Team, es decir, el austriaco Gerfried Göschl y el canadiense Louis Rousseau. Todos juntos ascenderán el GI y después, el ABC Team emprenderá el ambicioso proyecto de abrir una nueva ruta en la cara este del K2. "Para mí ha sido un cambio de planes porque yo iba a ir al Nanga Parbat, tenía esa idea desde el año pasado. Habíamos hablado con Juanjo Garra y unos amigos catalanes, pero al final Juanjo se decantó por el Lhotse a última hora. Pero, sobre todo las incidencias políticas de las últimas semanas con el asesinato de Bin Laden y todo este tema nos ha puesto un poco en alerta. Siempre ha sido un país caótico políticamente y a pesar de que la gente siempre te recibe bien, hay quien está en contra del turista. Aunque yo pienso que realizamos un turismo agradecido porque vamos a las montañas y lo hacemos porque nos gusta Pakistán, es tremendamente bello. Vamos a disfrutar de todo ese paisaje, pero los sectores de la población más radicales no lo ven con buenos ojos", explica Madariaga. Así que con este panorama y con una relación que empezó a fortalecerse desde que Juanra y Txikon coincidieron el año pasado en el Shisha Pangma -"Nos conocemos desde hace tiempo, pero en el Shisha surgió un vínculo de amistad muy fuerte"-, nació la idea de una expedición conjunta al Gasherbrum. "Alex dijo que estaría genial que fuéramos los tres vizcainos porque anda un poco con esa idea de montar un grupo de aquí. Yo estuve en el GII hace dos años pero me dio una especie de insolación justo cuando íbamos a atacar la cumbre y no pude, me quedé baldado en el campo base y es una montaña a la que siempre he querido volver. Son montañas asequibles con unas rutas muy bonitas y en ese caso el Hidden Peak que tiene el corredor de los japoneses. Tiene que ser una montaña preciosa", señala el alpinista de Arabella.
Juanra luce una tremenda sonrisa por poder formar parte de un equipo con Txikon y Tamayo: "Para mí, José Carlos es lo más de aquí, es el mito que tenemos todos los vizcainos en cuanto a su currículum y actividad y, luego como persona es muy humilde y es un escalador fabuloso, tiene una experiencia bestial en alta montaña, para mí ir con él ya es una gozada y luego, el otro, que es una fuente de energía".
A POR EL QUINTO 'OCHOMIL' Con esta expedición al GI, Madariaga se lanza a por su quinto ochomiles. Ya tiene: Cho Oyu, Broad Peak, Everest y Shisha. "Para mí, aunque sea hacer ochomil por las rutas normales, siempre es una forma de aprendizaje". El primero que escaló, el Cho Oyu, fue en 2003. Desde entonces, algunas cosas han cambiado. "Creo que, por una parte, no se ha perdido el romanticismo de la montaña, yo por lo menos cuando voy a la montaña, lo veo así. Quiero emular aquellas primeras ascensiones de acercarte con humildad a la montaña y que todo sea una sorpresa. Pero sí es verdad que hoy en día, todo lo que vivimos en la ciudad se ha trasladado también a todos los ámbitos. El estar rodeado, por ejemplo, de mucha tecnología a la hora de comunicar todo lo que estás haciendo ha variado sustancialmente el misterio de la montaña: el encontrarte con la montaña e intentar resolverla sin un apoyo exterior. Hoy en día, estás contando continuamente lo que estás haciendo, cómo vas... al final tiene una repercusión mucho más grande en la sociedad que antes no existía. Ahora, hay una cotidianidad de la montaña, mucha gente tiene acceso a lo que se vive allí. Ahí sí ha variado la relación del hombre con la montaña, te acercas a ella sin soltar el hilo umbilical de tu sociedad, antes era romper totalmente", expone Juanra, el montañero escritor... o viceversa.
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