2008/04/25

LA PUJA

En toda Expedición en Nepal y Tibet que se precie como tal y que respete las costumbres locales se hace una ceremonia de bendición en la que todos los integrantes de la misma participan.
El ritual se inicia construyendo un altar con piedras, encima del cual se colocan las banderas de oración que hondean con el ritmo del viento, y que llevan escritas las palabras de Buda.
Dichas banderas se extienden desde el centro hacia fuera indicando los puntos cardinales.
En la base se colocan el material de escalada que queremos
bendecir y que utilizamos estos días, tales como el piolet, los crampones, las botas, los palos, la cuerda, el altímetro. Así como las banderas , recuerdos o elementos que queremos llevar a cima, cualquier cosa que tenga para nosotros un valor especial, ya sea espiritual o material.
También ofrendas a los dioses como arroz, harina, galletas, a la vez que se encienden racimos de ginebra e incienso.
Cuando todo esta apunto el lama reza y reclama a los dioses que nos protejan y nos den seguridad y protección a todos en el deambular de la montaña.
Es un día muy especial en particular para los sherpas, ya que viven con autentico fervor y devoción está celebración tan carismática y religiosa.
Los budistas son de la creencia que las banderas recogen las plegarias del lama principalmente y de todos los asistentes y cuando ondean, el viento las transmite al mundo entero, trayendo así el bien para todos y en especial a la montaña.
Hacia el final se lanza arroz al viento mientras el lama acaba sus oraciones. En alguna ocasión, como nos ocurrió en le Cho Oyu en el 2003 te invitan a postrarte ante la Puja y haciendo una autentica postración en el más amplio sentido de la palabra, y estirarse completamente en el suelo, al igual que los hacen los sacerdotes católicos cuando son ordenados como tales.
Al final reparten té con mantequilla de yak y algunas galletas.
Es evidente y sobra decir que si nos se asiste con auténtico respeto, mejor no asistir a la Puja, Aunque se aconseja hacerlo con el mayor respecto y silencio.
Sabemos de expediciones donde algún miembro no asistió a la Puja, o no fue bendecido por el lama , y haber sufrido posteriormente en el transcurso de la misma un accidente mortal por un alud -mientras sus compañeros salían ilesos- , o incluso no llegar a la cima cuando sus compañeros si lo consiguieron.
El refrán de “que donde fueres haz lo que vieres”, tiene total vigencia en el Himalaya.
Realmente los sherpas budistas valoran mucho que los alpinistas occidentales participemos de la Puja , como si fuera una ceremonia nuestra.
Si no se hace la Puja parece como si faltara algo, debería hacerse siempre antes de adentrarse en la montaña y sobretodo antes de pisar el Glaciar de Khumbu.
De hecho el Everest o Chomolungma,el verdadero significado es una especie de santo grial para los viajeros y antropólogos que estudian la región, es algo místico , tentador y quizá inexistente. El otro nombre en nepalí es Sagarmatha, traducido sería como “ frente del cielo”
Tenzing Norgay decía que su madre traducía el nombre como
“la montaña más alta que ningún pájaro la puede sobrevolar”.

Concretamente antes de adentrarse en el Serac o Glaciar de Khumbu muchos sherpas encienden su fuego de sacrificio y esparcen arroz bendecido. Con ello quieren aplacar a los dioses y a los demonios.

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